En el año 1919 . . .
Teniendo en cuenta que "la radio" fue la maravilla del siglo XX, aunque ahora pueda parecernos algo tan común que se encuentra al alcance de nuestras manos. La primera transmisión radioeléctrica, que fuera además, primera del noreste argentino, se realizó gracias a la destreza técnica y el entusiasmo de un distinguido sacerdote lourdista, el padre Juan M. Cazes.
Como resultado de las experiencias realizadas entre el padre Cazes, profesor de física de varias generaciones del tradicional establecimiento tucumano Colegio del Sagrado Corazón, con otro pionero de la radiotelefonía, su alumno ya egresado del mismo colegio, Ricardo Frías, logran realizar en Tucumán, el 28 de junio de 1.919, la primera comunicación radioeléctrica, realizada con una separación de unos 900 metros, entre aquel colegio y la casa paterna de Frías, frente a Plaza Independencia, en el solar que hoy ocupa la Federación Económica de Tucumán.
Frías, a pesar de que era un joven de 17 años, ya trajinaba con un rudimentario equipo en su casa de calle San Martín pudo sintonizar la transmisión del padre Cazes, que llevado por aquel entusiasmo instala una estación de telegrafía sin hilos en el Colegio comenzando a operar en 1.922. Ricardo Frías (h), en su sala de radio en tiempos de gran expectativa.
Cazes había recibido bastante información de sus pares franceses (facturas de los transformadores adquiridos en Francia por los sacerdotes lourdistas ex-compañeros de Cazes, se conservan en la Biblioteca del Radio Club de Tucumán) Frías, de regreso a nuestra ciudad proveniente de Capital Federal, adonde cursaba los estudios de Derecho, había conseguido por intermedio de un radiotelegrafista de un barco francés, un par de tubos o lámparas que puso en las hábiles manos del padre Cazes.
Elaboraron así, sus propios equipos en febrero de 1.919, logrando recién en junio la primera comunicación, pues a pesar de estar distantes unas siete cuadras, estaban diferenciados en sus transmisiones en más o menos 1.500 metros, dado que uno transmitía alrededor de 2.000 metros y el otro la hacía en 3.500.
Un caso fortuito hace posible la transmisión. En efecto, la mucama de los Frías, en el afán de poner orden en los elementos de radio que abundaban en la habitación del joven, hace caer la bobina del transmisor que se desarma.
Al volver a armarla, Frías lo hace en una disposición distinta en cuanto a la separación y como sobraba alambre resuelve cortarlo, poniéndose así en la frecuencia del padre Cazes logrando la comunicación esperada.
Tucumán por supuesto se revoluciona, los diarios de la época (El Orden), dan extensa cuenta de tan trascendente noticia, que registra la historia de la radio afición de esta provincia. Ricardo Frías, entusiasmado por los resultados de sus experimentos comienza a relatar sus experiencias en extensos artículos que publicaba El Orden y más tarde La Gaceta.
El padre Juan M. Cazes que irradió la primera su primera transmisión hacia 1.919.Tres años más tarde, en la noche del 12 de octubre de 1.922, son recepcionadas en Tucumán las emisiones de Radio Pecam efectuadas desde Buenos Aires, que estaba inaugurando sus equipos de mayor potencia, hecho este de tanta trascendencia para la época, que movió a los doctores Ricardo Frías (padre) y Ricardo Bascary junto a otros experimentadores a levantar un acta ante escribano público testificando lo ocurrido.